'One day' da voz a una prostituta africana que trabaja en Copenhague.
Fue la culminación a cuatro años de estudios en la Escuela Nacional de Cine de Dinamarca. Crecí en Mozambique y todavía tengo familia y amigos allí. Durante todos estos años he añorado África. En mi película de graduación quería unir mis dos mundos, África y Dinamarca. No tengo una visión especialmente política, mi aproximación a este documental es personal. Creo en el ser humano.
¿Era el documental el único género que le permitía contar lo que quería?
Para mí la realidad es más salvaje que la ficción, y es ahí donde quiero estar.
En su opinión, ¿qué características debe tener un buen documental?
Da igual que sea un documental, una película de ficción, una pintura, música… Se trata de convencer y de reconocer las emociones humanas. Lo importante es ser capaz de emocionar.