¿Qué sintió al leer esta historia 'de amistad y tolerancia'?
Me encantó. Conecté rápidamente con el director. Me llegó mucho lo que pretendía contar, cómo dos personas pueden comunicarse desde la soledad. Aunque sean muy diferentes, siempre hay una posibilidad de comunicación con el otro si cada uno pone un poco de su parte.
¿Buscó puntos de conexión con su personaje?
En ese momento de mi vida me sentía completamente identificada con Pilar en muchísimas cosas. Me pasa siempre, es la única manera que tengo de entenderlos. Cualquier personaje, desde un asesino hasta Pilar, se identifica contigo en una parte y hay que saber encontrarla.
La complicidad entre los dos actores era algo fundamental en 'Padam...'.
Sí. Cuando trabajas con gente que conoces mucho, como era el caso, te puede pasar lo contrario a lo que esperas. A veces la amistad no tiene nada que ver con la capacidad de trabajo. La clave es esa profesionalidad. Marko Mihailovic y yo hemos conectado muy bien, no sólo porque seamos amigos, sino porque su forma de trabajar es para mí la mejor. Es muy generoso, se entrega al máximo.
Últimamente se ha prodigado más en teatro y televisión, ¿tiene algún proyecto cinematográfico en el horizonte?
Ahora mismo estoy haciendo un papel pequeño en una serie de televisión. Seguramente ruede otro corto con el mismo director y quizá la posibilidad de un largo, aunque aún no lo tengo cerrado. Me encantaría poder hacer más cine, algo que antes de 'Padam...' no tenía tan claro.