'El dedo en la llaga', una sección para remover conciencias y rechazar la intolerancia

'El dedo en la llaga', una sección para remover conciencias y rechazar la intolerancia
Compromiso y entretenimiento. Realidad y ficción. Reflexión y espontaneidad. Los polos opuestos aparecen con frecuencia en un mismo elemento. A veces se rozan con la punta de los dedos, se mezclan hasta llegar a componer un todo común. El cine es una de las manifestaciones artísticas más heterogéneas. En él conviven producciones destinadas a despertar la sonrisa del espectador con otras capaces de conmover e inducir a la reflexión. En ocasiones, ambas realidades se unen de manera natural, sin fisuras.

Cada vez es mayor el número de directores, guionistas, productores e intérpretes que rechazan aislarse de la realidad que les rodea. Lejos de distanciarse de ella, se involucran en su momento histórico, político y social. Los creadores de cortos no son una excepción. Tradicionalmente asociado a la juventud, este formato ha demostrado ser capaz de convertirse en espejo de la actualidad más compleja, en reflejo de la problemática que rodea a una sociedad que dista mucho de la imagen perfecta que algunos se empeñan en difundir.


Seis cortos contra la intransigencia

'El dedo en la llaga' nace con la intención de retratar una de las lacras sociales más extendidas. La intolerancia hacia lo diferente ha llenado en los últimos tiempos incontables páginas de periódicos y ha consumido infinidad de minutos de televisión. El racismo, la homofobia y la falta de aceptación de ideas políticas contrarias desembocan en una violencia incomprensible, desgraciadamente otra vez de actualidad en el frente informativo.

Con esta nueva sección, ALCINE37 pretende ofrecer una panorámica de la situación a la que deben enfrentarse muchos de los inmigrantes que aterrizan en el aparentemente deseado 'Primer Mundo'. Ajenos a los rigores comerciales por lo que se rige la industria, los cortometrajes seleccionados reflexionan en voz alta y muestran su rechazo frontal a todas las estructuras de intolerancia.

'El dedo en la llaga' demuestra que el sector del cortometraje está vivo, atento a las problemáticas sociales contemporáneas. Que no desvía la mirada, que reacciona cuando se le interpela, que sabe capturar la realidad, por cruda que se presente, y mostrarla sin aristas, a campo abierto.

El apartado está compuesto por seis trabajos unidos por su rechazo hacia la intolerancia. 'En malas compañías' aborda el duro problema de la homofobia. 'Estrecho Adventure' muestra los deseos de un joven que sueña con embarcarse hacia una vida que le ofrezca más oportunidades. 'Matadero' retrata la situación de un palestino que encuentra trabajo en un local ultraortodoxo judío. 'Sarean' ofrece una pincelada documental sobre la pesca en los mares del norte. 'Schwarzfahrer' lanza una mirada a la intolerancia desde un tren de Berlín. 'Todos os llamáis Mohamed' regresa a la dura realidad de los inmigrantes marroquíes en el Madrid actual. Su unión compone un mosaico cinematográfico destinado a remover conciencias.
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